a) Concepto de geografía social
La “Nueva” Geografía
Johnson argumenta que para que cualquier nuevo enfoque tenga éxito, tiene que atacar la vieja ortodoxia en su mismo corazón. Si ésto puede aplicarse con éxito, se desechará esta idea que emperó hace muchos años. La afirmación anterior es explícitamente aplicabe a todas las situaciones de conflicto. En el caso de la Geografía, ello se consiguió calificando a la Geografía tradicional de esencialmente ideográfica por naturaleza. La exposición explícita y la sustitución de este enfoque por la filosofía nomotética, se pueden ver plenamente en el capítulo I de la Theoretical Geography de Mario Bunge. Este capítulo expresa claramente un enfrentamiento para la Geografía tradicional. A pesar de la cantidad de autores que escriben sobre esta situación peculiar según los autores potenciales que siguen la línea de la Nueva Geografía el daño ya esta hecho y hace conlleve algunas de las consecuencias ya nombradas.
Evidentemente, es inútil ganar una revolución a costa de una destrucción total. Así el propósito de la discusión de Mario Bunge y Haggett es de un orden distinto al criticismo temprano de Tudor David (1957) a la Geografía tradicional, el cual proponía el fin de la Geografía como una disciplina universitaria. Por ello la segunda característica, según Johnson, de la transformación de una disciplina hecha con éxito, consiste en que después de derrocar la proposición central de la vieja ideología, trata de guardar todo lo posible de lo viejo, a ser posible dando a las diferentes partes diferentes nombres. El ensayo hecho Por Haggett y Chorley (1966) es un buen ejercicio en este proceso particular de reorganizar el conocimiento existente. Davies (1972) menciona específicamente este proceso cuando afirma que “aunque los amplios objetivos de la ciencia geográfica siguen siendo los mismos, estos cambios han tenido un efecto profundo sobre la organización del material geográfico”. Sin embargo Gould (1969). en su análisis de estos acontecimientos, habla simplemente de “nuevos caminos de abordar los viejos problemas”, deja claro que la nueva Geografía comparte la herencia de la vieja Geografía, al cual, nos dice, se remonta a dos milenios. Harvey (1969). en la introducción a su tratado metodológico, hace notar que no discute la definición de geografía hecha por Hartshorne. Bunge (1966, p. XV) resume claramente esta posición señalando que “la Geografía actualmente no ha perdido sus viejos intereses, pero los ha dispersado en gran manera”.
Fuente: Peter j. Taylor. “El debate cuantitativo de la geografía británica”.
Cuadernos Críticos de Geografía Humana. Universidad de Barcelona.
Año I Numero :10 Agosto 1977.
Cuadernos Críticos de Geografía Humana. Universidad de Barcelona.
Año I Numero :10 Agosto 1977.
Definición de la geografía social
La concepción geográficosocial resulta del desarrollo posterior de la antropogeografía funcional bajo aspectos científicosociales. Como definición de trabajo para la geografía social, podría proponerse la siguiente formulación (ver SCHAFFER, 1968, p. 205):
"La geografía social es la ciencia de las formas de la organización espacial y de los procesos conformadores de espacio de las funciones existenciales básicas de los grupos y sociedades humanas."
La superficie terrestre, como suma de todas las estructuras y fenómenos abióticos, bióticos y sociales, permanece, más o menos, como punto de partida de las reflexiones geográficas. El interés básico de la geografía social, no se dirige en primer término hacia la fisonomía del paisaje, en el sentido de una sección de la superficie terrestre, sino que está orientado hacia los grupos sociales o las sociedades en su actividad espacial, con sus tipos de comportamiento, y, a los fenómenos y procesos que parten de ellos y que son conformadores de espacio.
Según la opinión de BOBEK (1963), toda investigación geográficosocial ha de tener en cuenta tres círculos de problemas. En cualquIer complejo geográficosocial, sea este un poblamiento, una región (Region) o un país (Land), hay que:
1. Estudiar las determinaciones de las estructuras sociales, esto es, separar los grupos que son eficaces espacialmente y, a la vez, estudiar su distribución en la región. BOBEK caracteriza este paso como determinación de la "estructura social geográfica".
2. Tiene que seguir la determinación del sistema espacial de las funciones y procesos permanentemente en cada grupo (sistema social geográfico).
3. Y, finalmente, se trata de la captación de las estructuras espaciales visibles. BOBEK las denomina los "lugares funcionales", los cuales posibilitan el desarrollo espacial de la vida.
Aspecto estructural
La definición anteriormente indicada de la geografía social, contiene dos concepciones sobre lo espacial: una estructural y otra procesal. La componente estructural de lo espacial en la concepción propuesta, aspira a la comprensión y explicación de las estructuras sociales diferenciadas regionalmente, y de la diferente fisonomía espacial de las muestras de las funciones vitales de los grupos sociales o de las sociedades.
La componente procesal de la definición, orienta el interés hacia el surgimiento, o hacia la transformación, de las estructuras espaciales existentes. El paisaje se interpreta como un campo de procesos, a partir del cual y, por medio de las actividades de los grupos es decir, en el desarrollo de sus estructuras existenciales y de una manera continua se regeneran, cristalizan o modifican nuevas estructuras. Las muestras estructurales que se han hecho visibles en el paisaje, hay que entenderlas a la vez como "estadios transitorios residuales" ("geronnene Durchgangsstadien") de procesos que han tenido lugar antaño. En el sentido de HARTKE (1959) y RUPPERT (1968), el paisaje es caracterizado como placa registradora de procesos geográficosociales, como campo de procesos.
Esto no significa, en ningún caso, el descuido de la situación geográficofísica. Esta, puede influenciar los procesos de valoración, de un modo muy diferente según uno u otro grado de civilización, en las decisiones relativas a la existencia. Si se quiere, ésto es un posibilismo geográficosocial de nuevo cuño. Vidal lo indicó ya, en lo fundamental, en el cambio de siglo.
El espacio geográficosocial
¿Cómo hemos de comprender nuevamente el espacio geográfico desde el aspecto procesal? El espacio geográficosocial es una abstracción; sus fronteras, se delimitan a través del radio de acción de las reacciones específicas de los grupos sociales que desarrollan sus funciones vitales dentro de un área. Si se modifican los campos de acción, comportamiento y función de los grupos, entonces, se modifican también, forzosamente, las dimensiones de los espacios geográficosociales.
Fuentes: Karl Ruppert y Franz Schaffer. “La polémica de la geografía social en Alemania (I): sobre la concepción de a geografía social.”
Cuadernos Críticos de Geografía Humana. Universidad de Barcelona.
Año IV. Número: 21
Mayo de 1979
LOS GEÓGRAFOS Y LA PROBLEMÁTICA NACIONALISTA
Tal como se ha señalado al principio del trabajo los geógrafos han empezado a prestar en estos últimos años una atención creciente y renovada a las relaciones entre la geografía y el nacionalismo. Las principales aportaciones realizadas provienen fundamentalmente de países como la Gran Bretaña o Canadá, donde existen fuertes movimientos nacionalistas. Dichos estudios se han caracterizado por ser temática y metodológicamente muy diversos. A pesar de la diversidad de enfoques existente, estos trabajos han destacado la importancia del territorio en la formación de los movimientos nacionalistas.
De esta manera, geógrafos como James Anderson o David B. Knight han recordado que el territorio constituye un elemento fundamental de cualquier movimiento nacionalista. Por su parte, tanto James Anderson como Joan Nogué han señalado que "los nacionalismos son una forma territorial de ideología" o lo que vendría a ser lo mismo: una ideología territorial. Mientras que John Agnew en sus estudios sobre el nacionalismo escocés ha intentado poner de relieve la importancia del "sentido del lugar" para explicar el desigual desarrollo de los nacionalismos. El carácter fuertemente territorial de los movimientos nacionalistas se puede apreciar en el hecho de que los teóricos nacionalistas identifican su comunidad nacional con un determinado territorio, al que pretenden designar como específicamente nacional.
De forma similar a las pretensiones nacionalistas de un único Estado para cada nación, los teóricos nacionalistas propugnan la idea de un único territorio para cada nación. Ahora bien, esta voluntad de querer hacer corresponder el hecho nacional con un territorio determinado ha originado múltiples conflictos étnicos. Al respecto, hay que tener presente que antes de la II Guerra Mundial extensas áreas de Europa Central, del Este y de la Península Balcánica, por razones históricas diversas habían estado poblados al mismo tiempo por nacionalidades diferentes. Así, en alguna región perteneciente a la corona húngara la nobleza terrateniente era magiar, la burguesía urbana de origen alemán, mientras que los campesinos podían ser de nacionalidad rumana o croata.
Por otro lado, desde la geografía política se ha puesto de manifiesto que el territorio del Estado y el de la nación pueden diferir, pues en muchos casos el territorio de la nación no tiene porque coincidir con el del Estado. Estas divergencias territoriales entre Estado y nación han alimentado poderosos movimientos irredentistas y originado un sinfín de conflictos fronterizos. La obsesión de algunos políticos y geógrafos europeos, y muy especialmente franceses, desde el siglo XVII por definir unas fronteras nacionales naturales, constituye un intento ideológico de estabilizar un aspecto tan conflictivo como es el de las fronteras nacionales.
Otro aspecto geográfico sobre el nacionalismo al que los geógrafos van dedicando una atención mayor es en el de la organización territorial del Estado. El estudio de las relaciones entre el nacionalismo y la organización territorial ha ocupado, como puede observarse con la lectura del libro Burgueses, burócratas y territorio (1987), una parte de mis propias investigaciones y reflexiones geográficas. En dichos trabajos creo haber puesto de manifiesto como los políticos nacionalistas han utilizado en parte la organización territorial, no sólo como un instrumento racionalizador de la administración territorial, sino también como un elemento importante de su estrategia nacionalista. Desde esta perspectiva nacionalista, la organización territorial ha sido utilizada en dos sentidos territorial mente contrapuestos.
Por un lado, tendríamos el caso de gobiernos nacionalistas de carácter unitario, que deciden implantar una división territorial uniforme con el objeto, entre otros fines, de reforzar la cohesión del territorio nacional y atenuar los fuertes sentimientos regionales existentes en algunas regiones. Este sería el caso del gobierno italiano que en 1861, casi ultimado el proceso unificador, decidió implantar en el conjunto del territorio italiano una división provincial uniforme. Mientras que por el otro, tendríamos el caso de determinados movimientos nacionalistas como el catalán que desde la década de 1880 han formulado proyectos territoriales alternativos a la administración territorial del Estado. Aparte de sus bondades geográficas y de racionalidad administrativa, dichos proyectos alternativos contribuyen a reforzar las diferencias territoriales con las otras comunidades del Estado español, al tiempo que refuerzan en Cataluña los lazos comunitarios internos.
Por último, es preciso señalar que los geógrafos han dedicado una atención creciente al tema de la identidad territorial como elemento básico en la formación de una determinada conciencia regional o nacional. Tanto la proyección nacionalista de un determinado espacio geográfico como el territorio nacional, como los lazos afectivos que se establecen entre los hombres y los espacios en los que habitan contribuyen a fomentar en éstos fuertes sentimientos de pertenencia regional. Partiendo de los estudios de David Lowenthal, T.F. Saarinen y otros geógrafos sobre la geografía del comportamiento David B. Knight ha relacionado los diferentes sentimientos de pertenencia territorial (local, regional ... ) con el desarrollo de la conciencia nacional. En su artículo Identity and territory: geographical perspectives on nationalism and regionalism (1982) Knight ha escrito que "la función fundamental del nacionalismo es la transferencia de lealtad de los grupos de parentesco o de los niveles local y regional a un grupo nacional mayor" Desde esta perspectiva se puede señalar que el nacionalismo hace más extenso hacia un ámbito geográfico comunitario el inicial marco territorial de la "casa del padre".
Fuentes: Francesc Nadal. “Los nacionalismos y la geografía “
Cuadernos críticos de la geografía humana.Universidad de Barcelona.
Año XII. Número: 86 Marzo de 1990
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